EL IDIOTA

Blog por popa.

viernes, octubre 29, 2004

OBVIEDADES DE UN GRUPO OBVIO (pero no por eso menos disfrutable)

El primer disco de The Libertines es más al palo. Es casi un cliche: descarga de furia adolescente, frescura, sonido y concepto “punk”.

El segundo es, sin perder la urgencia, más dúctil, lo que transforma a este disco en otro cliche: a todos nos llega la madurez y estas bandas parecen destinadas a encontrarla -bah, a buscarla- siempre en su segundo opus. Es el segundo disco que deberían haber sacado Los Strokes (¡¡¡finalmente encontramos la respuesta inglesa a los chicos de N.Y.!!!)

Ambos son 100% placenteros, ambos funcionan: el primero, revolucionando hormonas (cada tanto es saludable volver a la adolescencia, cada tanto es agradable escuchar un buen disco de punk, de canciones simples y directas); el segundo, alargando la resaca y estableciendo una vaga idea de fin de fiesta (es obligación parecer un poco más preocupados y oscuros).

Ultimo cliché: creo que su cantante está en cana por falopa o algo así... y no saben si se separarán.

domingo, octubre 24, 2004

CINE: ARTE GENEROSO

"Irma Vep" Buuuuuuuuuuuuuuuuuuuu
"Demonlover" Recontrabuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu

¿Alguién me quiere dar alguna otra razón para odiar al ladrón de gallinas de Olivier Assayas (o como mierda se escriba)?

jueves, octubre 21, 2004

ULTIMAS OIDAS / PEQUEÑOS COMENTARIOS (Sigue...):

"Sin restricciones" de MIRANDA:

Mirko!! says:
estoy escuchando mirinda
Dosto says:
que te parecio el disco nuevo?
Mirko!! says:
esta bueno, esta como mas pop
Mirko!! says:
son mas pegadizas las canciones
Dosto says:
es verdad
Dosto says:
se te inscriben en el cerebelo
Mirko!! says:
sisi
Mirko!! says:
y mas si lo escucho toda la semana
Dosto says:
a este ritmo en menos de 10 días nos pudrimos de todos los temas.

Primero lo primero, la confesión: me gusta Miranda. Sin embargo debo dilucidar si esa preferencia se debe a que es poco recomendable admitirlo o si verdaderamente proviene de un placer sincero (y por ende culposo). Lo poco recomendable tiene otra lectura más interesante y, paradójicamente, más cercana a lo que entiendo como rock: nadie se banca a Miranda. No son bien vistos por los que escriben en blogs; los periodistas de rock le incrustan tres estrellas y luego se dedican a hablar de su sexualidad; los oyentes de FM -desde Aspen hasta FM Hit, pasando por Rock & Pop- no los soportan y bueno... ni que hablar del público argentino-al-palo, el del "aguante", quienes les ofrendan el mayor de los desprecios y sus sonrisas más socarronas; o sea, sacando a sus seguidores, el resto practica para con ellos, no ya la indiferencia, sino más bien un sentimiento que se emparenta con lo que provocaban Los Encargados allá lejos y hace tiempo: un odio inusitado para un grupo que solo quiere divertir y divertirse (y, obvio, hacer guita). Es esto último y el placer por escuchar o decir la frase, “se lo voy a mostrar a...(pongan el nombre del pariente, amigo o novia/o que deseen) para ver como se indigna” lo que hace a este, el segundo disco de Miranda, una opción tan tentadora en tiempos tan nazionalistamente rockeros.
“Sin restricciones” es una avalancha de éxitos, de hits que se miran medio de coté, como quien no quiere la cosa, mientras las piernas, la cabeza, la sonrisa -todo-, se moviliza y nos deja en un estado de vergonzosa adicción. Es que ¿qué otra opción nos queda ante casi una docena de melodías pegadizas acompañadas y sostenidas por efectivos beats bailables?. Es eso o el autoengaño, es decir, el desprecio hipócrita para con algo que huele mainstream pero, eso sí, con una fragancia irresistible.
El disco empieza como para sacudirse las telarañas: tres golpes seguidos al mentón -y a los pies- que tienen en el saltarín "Don" ("el" tema del año, a mi atrofiado entender) su punto más alto -escuchen los coritos beachboyescos de fondo!!!. Al toque un título re-Melero ("Vuelve a tí") demuestra que si la influencia de Dani hubiera sido mayor este grupo no sería tan divertido pero sí igual de disfrutable. Y si de disfrute hablamos, Miranda nos obliga a detenernos en el frenético "Tu gurú", una jodona y contagiosa oda a la música con pasta de superhit y todo. Otro superhit: “Uno los dos”, una canción de amor tan sentida como grasa, que perdió un poco en su pasaje al disco (antes, en vivo, la tocaba Ale Sergi solo con una acústica, ahora, grabada, fue traducida como un trip hop meloso) pero sigue poniendo los pelos del culo de punta. Hasta acá algunas de sus muchas virtudes, sin embargo no hay que olvidar que estamos en presencia de uno de los grupos más odiadamente amados de la escena nacional. Y, para no ser menos que su leyenda, en muchas de las canciones los muchachos tensan, sin ninguna culpa, esa relación amor-odio tan fructífera: en "Otra vez" la voz de Sergi -finita, molesta, en algún punto insoportable- se trenza a los arañazos limpios con la melodía -encantadora, irresistible, la más Erasure del disco-; grandes canciones como la promiscua "El Profe", el genial tecnomambo "El agente" (la base se la afanaron a Lou Bega!!!), la pimpineleada cool de "Hoy" (con un lúdico intercambio vocal entre Sergi y Gatas) y el demoledor paso de "Quiero" resuelven sus partes más inspiradas con vocalizaciones, inflexiones melódicas y frases un poco –y sí admitámoslo- tiradas de los pelos. Pero who cares, si a la final (sic) solo recordamos lo recordable, o sea, aquello que nos hizo bailar y disfrutar como lo que somos (gracias a ellos): unas locas desatadas.

P.D.: No me quiero olvidar de la canción más querible del disco, "Navidad". No sé si es la mejor -no lo creo- pero su mood, que podría emparentarse con cierta tristeza adosada a toda celebración (una de sus primeras frases menciona lo deprimente de la navidad), genera una instantánea empatía.

Calificación: hoy 10 idiotas, en 10 días... hablamos.

lunes, octubre 18, 2004

MOMENTO POETICO:

".. Para mí abuela / yo soy la muela / que perdió el juicio.."

El logro más grande en la carrera de Joaquín Levinton y por ende, lo más destacado del último disco de Turf, es esta rima genial. No a cualquiera se le ocurre rimar abuela con muela y salir impun... digo airoso.

Felicitaciones Joaquín. Sé que te costó, que fue duro y que muchas veces pensaste en dimitir pero, a la larga, los sacrificios tienen su recompensa...

domingo, octubre 17, 2004

ULTIMAS OIDAS / PEQUEÑOS COMENTARIOS:

"Life on other planets" de SUPERGRASS: Es una pena. Yo les hice el aguante hasta "Supergrass", un disco que hacía de la psicodelia stone su arma más efectiva y que, a pesar de sus altibajos, mostraba media docena de canciones geniales y orgullosas. Pero el que nos ocupa es indefendible: devastaron todo, ni la voz gatuna de Gass sobrevivió. El grupo suena cansado, abúlico, como si de resaca viniera la cosa, y lo que antes era barroquismo guitarrero y construcciones de walls of sounds filosas -el insuperable "In it for the money"- ahora son progresiones que no progresan o si lo hacen yo aún no me enteré (¿habrá que irse a otro planeta para saberlo?). Evitaré criticar obviedades (tarea complicada si las hay para quien les escribe) y dejaré de lado el reproche referido al abandono de la frescura melódica y paso arrogante de su primer opus: hasta este disco la evolución de Supergrass era notable y el que no lo entienda así puede seguir escuchando a Green Day.
Una anécdota que no le interesa a nadie: cuando salió el disco me acerqué a una disquería amiga y le pregunté al turro del disquero si lo había escuchado y que le había parecido: "excelente" me dijo el muy conchudo y, como quien no quiere la cosa -y con una inocultable mueca de verguenza-, me anotició de los 70 pesos que eran necesarios para adquirirlo, a lo cual yo respondí amablemente: "no, gracias". Cada vez que me acuerdo me dan ganas de ir a la disquería y tomarlo a golpes de puños. Menos mal que existe la interne´ para evitarnos esos gastos inútiles.
Calificación: si este disco fuera un libro sería el peor de Gabriel García Marquez.


(Continuará...)

jueves, octubre 14, 2004

PEQUEÑA DESCARGA ANTI-DYLAN:

Todo bien con Bob Dylan: sus canciones son geniales, sus discos son eternos, su influencia enorme; pero... ¿no les rompe un poco las pelotas la fucking armónica que toca en muchas de sus mejores composiciones? Cada vez que arruina una melodía con ese sonido irritante me dan ganas de levantarlo del fundillo del culo y meterle su dichoso intrumentito por el orto, o, en su defecto, hacerselo tragar hasta que no queden rastros de ese enloquecedor e infernal utensilio del demonio. Listo... me descargué.

martes, octubre 12, 2004

CRITICA CHOREADA:

Hoy nos honra con su presencia (afanada*) el director de la gÜenisima "El asadito" y de la poco feliz extensión de la misma, "El cumple": Gustavo Postiglione, quien, en un arranque de lucidez crítica, se despacha contra cierto tipo de cine argentino que tiene en "Nadar solo" su figura paradigmática y su ejemplo más detestable.

"... Por un lado, están las películas en las que se muestra la miseria; y por otro, las falsamente existencialistas, en las que un chico camina solo, no piensa en nada, y la cámara lo sigue en el devenir de su día sin que pase algo interesante. Se puede filmar "la nada", pero tenés que saber cómo es para contarla. Una cosa es tener verdaderos problemas existenciales, y otra cosa es no saber qué hacer. Hay directores que trabajan sobre eso y me encantan, pero son modelos muy difíciles de copiar, son muy personales. El paradigma tal vez sea Antonioni, pero él era un tipo muy formado, sabía exactamente de qué estaba hablando. En cambio, cuando eso se hace sin tener mucha idea, se nota el artificio, y entonces se dice "mira qué bien que puso la cámara, qué bien que iluminó". Cuando se habla más de las partes que del todo, hay algo que está fallando..."

* choreada de la Inrockuptibles de este mes.

miércoles, octubre 06, 2004

EL (ANTI)DISCO DE LA SEMANA:

Si este posteo lo hubiera escrito hace unos días habría sido diametrálmente opuesto. El tema en cuestión es el último disco de Belle & Sebastian, "Dear catastrophe waitress", al que estuve escuchando y reescuchando toda la semana pasada. Iba a escribir que uno no puede irse a dormir con este disco en el discman ya que produce insomnio (un insomnio alegre, optimista, de colorcitos), que cada canción que pasa va subiendo el listón y cada una lo va superando sin mucho esfuerzo, que los muchachitos sensibles de Escocia volvieron a su mejor forma, que... bla. Es decir, una sarta de paparruchadas provocadas por los primeros fulgores de "Dear..", luces cegadoras que disimulan, por unas cuantas escuchas, el doloroso diagnóstico de la mayoría de sus composiciones: incapacidad emotiva agravada por un severo cuadro de superficialidad melódica.
El disco ya empieza mal con "Step into my office baby" (yo estoy loco o este es el mismo grupo que empezaba un disco cantando "He had a stroke at the age of 24, it could have been a brilliant career") una canción que si se escucha una sola vez en la vida está OK, pero la repetición la revela tal cual es: una melodía previsible con arreglos "brianwilsonescos" más previsibles aún...
Bueno, me harté de este posteo, voy a intentar resumir mis sensaciones (que estimo a nadie le importan) y dejarme de romper las bolas. La mitad del disco (el mencionado "Step..", "Dear catastrophe waitress", "I believe in travellin light", "Asleep on a sunbeam", "Piazza New York catcher" y "Lord Anthony") es pésima, pop descartable para escuchar dos veces y tirar; la otra mitad (la muy zombie "If she wants me", la pequeña pieza de comedia musical infantil "Roy Walker", los 3 highlights "You don´t send me", "If you find yourself caught in love" y "I´m a cuckoo", y la aparicion fantasmal de Elvis Costello y sus attractions circa "Get happy?" en el estribillo de "Stay loose") es sublime*, digna sucesora de "If you´re feeling sinister" o "The boy with the arab strap" (obviemos el traspié de "Fold your hands.."). Eso significa que si estoy de mal humor, soportar todo "Dear.." se me hace difícil, y no me queda otra que intentar un "program" que deconstruya la obra. Lo que se arma es una especie de columna vertebral de un disco que, así visto -y reducido-, resulta melodicamente irresistible y humorísticamente encantador.

*Me quedó colgada "Wrapped up in books", una linda canción, 6 puntos, cuya inclusión en uno u otro grupo dependerá del mood del momento.

Calificación: en términos ajedresísticos, tablas.

domingo, octubre 03, 2004

EL SEPTIMO ARTE DE MIERDA:

"Pumpkin" es una película que recuerda, en el tono a "Los excéntricos Tenembaums", en la historia a "Legally blonde" y en el final -con un par de escenas y resoluciones realmente desconcertantes- al bodriazo más pelotudo de un... ponele... Joel Schumacher. Solo recomendable para todos los que quedamos obsesionados con Christina Ricci después de ver Buffalo 66 y de disfrutar de la escena de su bailecito en el bowling.
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Vi "Coffe and Cigarrettes", una basura vomitiva del inservible de Jim Jarmusch. La ¿película? debería haber durado el minutaje de la charla de RZA y GZA con Bill Murray. Es lo único que zafa (miento, la actuación de Tom Waits también es muy buena) de este hueco ejercicio de pseudo-intelectual con aires de vedettismo. Jim Jarmusch ¿hasta cuando va a durar tu mentira? ¿Por qué nadie le pone los puntos a este imbécil? ¡¡¡Devuélvanme los cinco pesos que gasté en esta garcha!!!
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"Dot the i" (acá le pusieron Obsesión) es una tomadura de pelo disfrazada de experimento. Mientras dura la historia original (una relación amorosa que derrocha clichés diarreicamente) Gael García Bernal y Natalia-novia-de-Darín-en el-Hijo-de-la-Novia dan, cada uno a su tiempo y a veces los dos juntitos, una verguenza ajena que ni Susana Gimenez y sus entrevistas podrían provocar. Luego de 50 minutos de sufrimiento y tentativas de Stop hay un giro que, en comparación a la primera mitad del film, parece ideado y filmado por Hitchock. Así que la película termina funcionado sólo en términos relativos... y es relativamente una garompa.

sábado, octubre 02, 2004

ANTIMARCOS.BLOGSPOT.COM

Don Nadie llegó al blog.

Congratulations y... guíanos. ;)

viernes, octubre 01, 2004

REDUNDANCIA OPORTUNA:

A esta altura de la historia, ¿hace falta decir que el Arte salva? ¿Puede haber gente tan imbécil como para creer lo contrario?