EL IDIOTA

Blog por popa.

lunes, mayo 30, 2005

HIGHLIGHTS DEL SHOW DE WHITE STRIPES:

Momento 0 (compra de la entrada):
- Aún no me puedo sentar a causa de la vejación encubierta y sin vaselina de esos 60 pesos.

Momento 1 (ingreso al Luna Park):
- Las fotos gigantes ubicadas en la parte superior del Luna rememorando aquellos buenos viejos tiempos. Entre ellas destaco dos: la del gran Serge Denis en pleno éxtasis escénico (y no estaba canoso!!!!) y la del Puma Rodriguez en pose "gran seductor latino", con el peinado "cresta león" en su mejor momento.

Momento 2 (soporte):
- Guillermo Vilas tocando con Carca una canción de Calamaro* (Estadio Azteca).

Momento 3 (chow de los ¿hermanitos?):
- Los pechos bamboleantes de Meg White.

....¿que?, ah, ¿la música?... que se yo, bien... tampoco es que esperaba gran cosa.

* aclaro que es un chiste: desde mi posición en el campo, el parecido de Andrés con el gran Willy era notable.

lunes, mayo 16, 2005

EMBOLELAND:

Vineland es un embole la mayor parte del tiempo… pero, cada tanto, casi de casualidad, T. Pynchon se topa (iba a poner “se despacha”, mas este verbo no guarda coherencia con lo casual, con lo accidental de la inspiracióm Pynchoniana) con párrafos geniales. Este es, a mi criterio, uno de ellos:

"... la radio del coche, sintonizada en KFWB, tocaba La gente es extraña (si eres un extraño) de los Doors cuando se inyectó en el carril lento de la autovía del este y se instaló en él, lamentando dejar todo aquello, Banning, los dinosaurios, la desviación de Palm Springs, Indio, la travesía del Mojave, que habría de ser objeto de nuevos sueños en colores pálidos pero intensos, con una arena que no parecía natural de tan fina impulsada por el viento en penachos que velaban el sol, sombras azul bebé en los pliegues de las dunas, un cielo rosáceo... aferrándose, soltando, volviendo a soñar, en cada parada nocturna, con los lugares menos orientales que había recorrido durante el día, despegándose lentamente, camino de los Estados Unidos, tratando de no emocionarse, pero pendiente, como pendientes estamos de las miradas del amante, del singular relato de puntos y perspectivas en retroceso que se esfumaban en el retrovisor."

jueves, mayo 05, 2005

INTROMISION ONIRICA:

Siempre pensé lo siguiente: un buen disco no debería dejarte dormir, o, al menos, debería despertarte a cada rato. Luego de escuchar el "Closing Times" de Tom Waits un tercer criterio viene a desdecir el carácter taxativo (a la vez que débil) de mi anterior enunciado. Esta "otra" opción, que descansa en el título del post, habla a las claras del poder de ensoñación de ciertas músicas. Siguiendo esa lógica, el mejor elogio que le puedo hacer al disco es que -con un climax en los tracks 6 y 7- me hizo soñar triste. No puedo recomendar un mejor método para apreciarlo que ese: la clave es enchufarse los auriculares, ponerse cómodo, cerrar los ojos y esperar pacientemente, con el anhelo de que la realidad ceda.
Luego de un arduo día de rutina (cualquiera, no necesariamente uno agotador) las barreras de la vigilia se rinden facilmente, y, con un disco de un mood adecuado, la música (a estas alturas mero soundtrack), encuentra resquicios por donde filtrarse. Y acá viene lo interesante: lo que se decanta, lo que nuestra mente deja pasar, es, unicamente, aquello que vale la pena, aquello que "sirve": parajes que, por obra y gracia de la inspiración del artista, se construyen en las más altas cimas melódicas. Ese estado -de una inconsciencia tan lúcida que asusta- es, por lejos, más criterioso y objetivo que cualquier escucha atenta, consciente.

martes, mayo 03, 2005

ULTIMAS OIDAS / PEQUEÑOS COMENTARIOS

"Franz Ferdinand" de Franz Ferdinand: Odio el disco de FF. Me gusta más de lo que debería gustarme. Casi todas las canciones son entradoras. Como esas chicas que son bonitas solo si se mantienen a una distancia prudencial, el disco de FF se mantiene genial mientras menos se lo aborde, mientras menos se lo abarque. Redundancia: el contacto -de la mano de un conocimiento más profundo- siempre da como resultado un desengaño. Sepan disculpar el pesimismo, pero yo creo que en cualquier ámbito de la vida pasa lo mismo: el desengaño está ahí, a la vuelta de la esquina, a la espera de algún gil como yo.
Así entonces, por lo chato, por lo banal, por lo superficial de sus virtudes, uno odia que ciertas chicas (y ciertas canciones) nos parezcan irresistibles. Pero, al mismo tiempo, uno no puede dejar de admitir que están buenísimas (más buenas que comer pollo con la mano como diría un amigo). Como Take me out, como Dark of the matine (“el” tema del disco), como Tell her tonight, como This fire, como Darts of pleasure, como Cheating on you, como....

Nota al pie: No sé porque, pero a los Franz Ferdinand me los imagino con celulares…

Calificación: 8 hypes sobre 10

"The college dropout" de Kanye West: en el 2003 el Hip Hop que le gusta a la gente fue jugado de manera soberbia por Outkast y su ampuloso doble. En el 2004 los lujos, los caños y los tacos fueron todos de este muchachito llamado Kanye West. Y le tributamos todas las palmas más allá de Grammys y hypes varios. Porque no es fácil resistirse a la variedad melódica de muchos de sus pasajes. Porque lo que le gusta a la gente debe estar coloreado, embadurnado y/o colmado (saturado si es posible) de R’&B, Soul y Pop, -y "The college.." lo está. Porque el Hip Hop puro, desnudo de adornos, será muy lindo, todo lo que quieran, pero no pega. Finalmente, admitámoslo: aunque el disco esté incrustado en la pared de la industria con un lindo y pulcro alfiler (y eso nos revuelva las tripas), sus componentes relucen con el brillo de la inspiración lisa y llana. Sé que soy un devergonzado: lo escuché un par de veces y ya lo estoy elogiando como si fuera la octava maravilla. Ok. Chupenme un huevo y la mitad del otro.

Calificación: 9 hypes sobre 10

“Showtime” de Dizzie Rascal: En estas últimas semanas casi que no puedo disociar este disco del de Kanye West. Son como dos caras de una misma moneda, o como una colorida foto (The College Dropout) y su negativo (“Showtime”). Inconscientemente sigo esta lógica: a la abundancia de K.W. le voy a dar por culo* con la austeridad y la crudeza de D.R. Pero a no confundir: por más que su fraseo suene un poco más violento -un poco nomás, tampoco es que estoy hablando de un Ice T o de un Ice Cube-, los beats se cuelan y atizan las palabras con un carácter alegremente contagioso (testigo de esto es la genial Stand up tall, que suena a rave soñada por algún b-boy), anulando cualquier tentativa de caricatura “negro-muy-enojado-con-el-mundo”. Por suerte, este pariente musical-interracial de Mike Skinner, posee, además de una saludable inspiración (ha pasado muy poco tiempo desde su muy buen debut “Boy in da corner”), una real preocupación por la musicalidad de sus canciones y, por ende, por los frutos de su carrera. Se celebra.

*la condenada traducción de "La Senda del Perdedor" de Bukowsky realmente me está afectando.

Calificación: 7,5 hypes sobre 10