OMBLIGUISMO AUTOFLAGELANTE:

(Aviso: este post no es para nadie más que yo, y, a partir de aquí, su lectura queda bajo la responsabilidad de los que decidan continuar. Por lo pronto, les daré unos segundos para que se rajen, se manden a mudar, se tomen el olivo o el buque, se las piren o como mierda quieran llamarlo.......................... sandwiches de miga vienen hacia mí ........................¿y? ¿todavía están ahí? Bueno jódanse, yo se los advertí...)

Hoy -y solo hoy, eh?- el mejor disco de la historia es el “Tusk” de Fleetwood Mac (que loco que sus iniciales –F.M.- digan más sobre su música que cualquier posible review). Sí, hoy me siento particularmente feliz de estar triste, por ende, mi “humor” es el indicado -el conveniente, el oportuno- : engarza de forma milagrosa con el lastre melancólico que va derramando cada nota de la voz de Christine McVie; y a pesar de que las melodías parecen herirla de muerte con cada dulce estocada, ella se sostiene, alargando la agonía, padeciéndola ... y disfrutando.
Así que ya saben: no quiero a ningún otario que venga a amargarme la tristeza que tan bien me supe conseguir; ni a ningún gilastro sabelotodo que me contradiga con sus pintorescas elucubraciones*. Solo digo – y lo repito- que hoy (y no ayer, ni mañana, ni dentro de una semana, un mes o un año) este es el mejor disco que escuché en mi vida.

*Gracias a Alá que son pocas las personas que me leen y muchas menos las que se ven movidas a comentar.