EL IDIOTA

Blog por popa.

martes, marzo 01, 2005

CLASICO PERSONAL (O SOUNDTRACK OF MY LIFE):P

"Meat Puppets II" de Meat Puppets: A ver... unos Byrds despojados de toda magia, huérfanos de cualquier candidez y sin otra compañía más que la desolación, la angustia existencial y el sentimiento trágico que, de cuando en cuando dejaban traslucir sus grandiosas melodías, da como resultado este genial disco de los Puppets. O como si la música tradicional gringa fuera condenada a arder en el infierno (algunos de los esperpentos más populares y representativos de ese género lo tendrían bien merecido) y los hermanitos Kirkwood fueran los únicos boludos en pagar el pato.
Acelerando ritmos y melodías countries y cow-folks, o ralentándolas hasta el paroxismo, los Puppets martillan a golpe de punk (o a tranco de tortuga) piezas que, de tan frágiles y urgentes, nos hacen olvidar el carácter rústico de su materia prima. La tensión (una de las virtudes más buscadas y deseables del Arte) se hace presente a lo largo de toda esta épica rural: un exhaustivo mapa de la derrota que solo se permite un respiro cuando el canto le deja lugar a reparadores paisajes instrumentales. Entonces, ¿quieren perdedores? Bueno, acá hay una verdadera tragedia loser que hace quedar a Beck como un fucking yuppie exitoso; ¿Quieren dolor? Ok, acá tienen una voz desoladora y quebradiza que deja el alma en la cancha (o en algún pantano sin tiempo de la Norteamérica profunda); ¿Quieren morbo? Listo, acá están las tres gemas que cantara Cobain en ese epitafio desgarrador que fue el Unplugged. ¿Quieren puesía? Como no, con solo echar una mirada a algunas de las letras del disco uno puede descubrir imágenes tan inspiradas y bellas como inquietantes. ¿Quieren más?, ¿sí? ¿en serio?... no me jodan que no se me ocurre más nada.
En fin, la mejor media hora de country-punk que escuché en mi vida (quizás alguien con mayor conocimiento de causa podrá confirmar -o no- si este disco fue iniciático en ese aspecto, quiero decir: si fue el primero en combinar el punk, el country y el college/underground americano)
Conclusión: en tiempos en que, vía Indomables, ser un perdedor conlleva cierta mística cool, nada mejor que este disco como para poner las cosas en su lugar y recordarnos el carácter románticamente digno de esta dulce e ingrata (im)postura.

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