CLASICO INSTANTANEO (UPDATED, AL FIN!!):
Los clásicos instantaneos son algo así como "el amor a primera vista". Por ende corremos el riesgo de darnos de bruces contra el sopi (piso) luego de esa/s primera/s impresión/escuchas. En esos casos es deuda tomar recaudos y esperar un tiempo prudencial (prudencial: el necesario para que nadie note que somos orgullosamente superficiales y comprometidamente perezosos) antes de cualquier opinión temeraria. De vez en cuando sucede: aparece una crítica en la que se habla del objeto criticado de esta caprichosa manera, y luego asistimos, impávidos, a su pronto derrumbe producto de la exposición/escucha repetida y concienzuda (ahí esta, por citar un caso, el "XO" de Elliot Smith, que se agota rápidamente a pesar de la manija y de su apariencia atemporal).
Pero con "Two Way Monologue" de Sondre Lerche me veo obligado a hacer una excepción y a pensarlo, aquí y ahora y a la que te críaste, como disco clásico. Es lo menos que puedo hacer para con una docena de canciones que me han devuelto el gusto (el placer, la esperanza) por el pop adulto y serio (adulto y serio no son sinónimos de aburrido, aunque Keane, Travis y Coldplay se empeñen en demostrar lo contrario).
Es un problema hablar de melodías que hablan por sí mismas, de sí mismas (todo dentro de la canción nada fuera de ella) y a sí mismas, pero aquí me tienen, intentando infructuosamente dejar este bla bla para concentrarme en lo concreto: el disco y sus canciones:
1. "Love you": la mejor bienvenida posible. SL nos tira la alfombra roja y nos revolea cuerdas a diestra y siniestra. Funciona como anticipo y resumen de lo mejor del disco: pasajes bellísimos cargados de gratas y sutiles tensiones. Y es, al mismo tiempo, un aviso: luego de este genial track instrumental no hay vuelta atrás.
2. "Track you down": Si los Super Furry Animals hubieran seguido una evolución lógica desde su monumental "Rings around the world" habrían compuesto tamaña canción. Como en gran parte de "Two way..", SL comienza en la tierra (su canto y una acústica) y termina por los aires, haciendo elegantes piruetas entre violines.
3. "On the tower": una silly song que no aporta nada al conjunto y que se parece a alguna fallida (y finalmente descartada) canción del "Romantica" de Luna.
4. "Two way monologue": todas las notas saltan, se amontonan ludicamente, los instrumentos se nos cagan de risa en la cara, disfrutando su ominosa y ajustada ejecución, mientras que a nosotros, simples mortales, abrumados oyentes, no nos queda otra que un gesto placenteramente nervioso. Este estremecimiento profundo nos delata: somos testigos presenciales de una canción pop genial construída con las sobras y el esqueleto de una inspiradísima suite abandonada.
5. "Days that are over": es "todo" una sonrisa emocionada. Cuando una frase y una inflexión melódica (ambas semejantes a un estribillo) se aparecen casi de zopetón, SL nos deja al borde de un calambre mandibular (EPAAA!! ¿no será mucho?).
06. "Wet Ground": ¡¡¡Y ya lo ve, y ya lo ve, es para Brian Wilson que lo mira por TV (¿le dejarán mirar TV en el loquero?)!!! Delicada obra maestra de impronta beachboyesca.
07. “Counter Spark”: riffs graciosos y contagiosos a lo Apples In Stereo, melodía de paseo al sol estilo The Zombies (¡¡con pa-pa-pa-pa-pa-paaaa-pa-pa-pa’s y todo!!) y un tema que en otras manos más rentables (a Robbie Williams le vendría al pelo!!) sería un hit de escala planetaria.
08. “It’s Over”: aquí lo vemos a SL llamando a la puertas del cielo de las melodías Beatles, con la clara y obstinada intención de pedir prestadas un par de ellas para combinarlas e intentar así, componer la mejor canción pop de la historia. El pibe no es ningún gil, y su requerimiento no me desmiente: “Here, there and everywhere” y “For no one” son dos fuentes de inspiración notorias. SL abreva en estas dulces aguas y surge intacto, llevándose consigo (y compartiendo) esta dulcísima, sensibilísima, delicadísima y notabilísima (ufff!) canción. No sé si es la mejor de la historia, pero está taaan cerca....
09. “Stupid memory”: ese folk dulzón y reparador me remite instantáneamente a Honeybus, banda injustamente olvidada por todos excepto por los Gorkys (los galeses los rescataron grabando un excelente cover de “Fresher than the sweetness in water”).
10. “It’s too late”: llegando al final de la canción el ritmo y la atmósfera jazzy parecen ceder, rendidos ante lo que amaga ser una lluvia de cuerdas. Aunque se quede en eso (quiero decir, en amague nomás) SL nos convence: ese gesto es suficiente para revolucionar los mecanismos internos de la melodía y su intención, la necesaria para que terminemos comprando otros compases geniales.
11. “It’s our job”: el fantasma de Brian Wilson se cuela nuevamente (te digo que no está muerto, carajo!!!) y el susto torna disfrute en un apartado breve y hermoso (si breve dos veces bueno).
12. “Maybe you´re gone”: idem 08. Otra suprema muestra de lo bello de lo frágil (en mi humilde opinión no hay nada más bello que lo frágil y bello).
El tiempo dirá si esta fascinación por “Two Way Monologue” era amor o solo calentura a primera vista (ya me perdí, ¿de que estoy hablando?, ¿del disco de Sondre Lerche? Aaaahhh, OK, chau).
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