DOS OROS DOS!!!

Los horarios de mierda de los juegos y el sufrimiento por las dos finales (por la de futbol bastante menos) me dejaron más idiota de lo que soy y en este momento (Sabado, medianoche) no se si ya se pasó el fin de semana o aún quedan horas para quemar. Lo único cierto es que los muchachos del Basket nos dieron una alegría enorme. Y si a esto le sumamos la dicha de ver a los putitos de Marbury y Cia. recibir la medalla de bronce con la peor cara de culo, podemos afirmar que el negocio fue redondo. De todas formas, habría sido injusto que el "Dream Team" se perdiera la premiación (¡¡yanquis nabos y fracasados, si hubieran tenido un poco de dignidad deberían haberse dejado vencer por Lituania!!!).
Por otro lado, unas horas antes, y haciendo gala de un estoicismo tan patriótico como inútil, me desperté para ver a la Selección de Bielsa que debía finalizar con su trámite por el oro. El partido fue raro, y en esto tiene mucho que ver el (anti)juego de Paraguay: parecía descontextualizado; en una competición donde, insolitamente (digo, insólito para el balompié), reina el juego limpio, los paraguayos regaron el cesped de una anarquía punk que se tradujo en patadas, codazos y demases suciedades. Algo a lo que Paraguay ya nos tiene acostumbrados pero que no dejaba de verse un poco... como decirlo... descolgado.
Por último -y para finalizar con este breve posteo denominado "haciendo amigos americanos"- debo confesar que, luego de ambas victorias (la del Yatching no le interesa a nadie, así que no la cuento), más que contento, me sentí aliviado. No hubiera soportado ver a Chile (¡¡¿a Chile?!!) arriba de Argentina en el medallero. Hubiera sido muy poco digno. Más allá de lo mal que me caen, un país con tan pobre tradición deportiva no debería estar nunca por encima de Argentina (que no es lo que se dice potencia, ni mucho menos, pero tampoco forma parte del bando de los eternos perdedores).
Bueno eso fue todo. Basta de deporte y de Juegos Olímpicos. Voy a ver si puedo terminar de ver un bodrio de Tarskovsky llamado "Stalker". Va a ser un gran desafío -y otro triunfo- llegar a los 136 minutos de cinta sin dormirme.