DEMASIADA EMOCION PARA UN DOMINGO A LA MAÑANA!!!

¡¡¡¡Si Bodiroga es Dios, ¿quién mierda es Ginóbili?!!!!
No sé. Lo único cierto es que ese doble del Manu a 2 décimas del final tiene mucho de justicia y poco de suerte. Llámenlo justicia deportiva, divina o... poética, no sé.
Nada va a hacer cambiar el resultado de la final del mundial, pero el dolor por aquella derrota tuvo (y tiene, todo amante del basket siempre la recordará y la sufrirá recordándola) más que ver con la indignación por lo inmerecido que con el pataleo propio del mal perdedor y su consecuente "a llorar a la iglesia". En cierta forma ese tiro, esa pelota, la del Manu, la que besó el tablero y cayó sin despeinar la red, posee una música reivindicadora tal que parece propia de un mundo ideal, perfecto, un mundo en donde no existen las injusticias - o si existen, se pagan.

Ahora sí, el partido. Demasiado nervio, demasiado cagazo, demasiada emoción para ser el primer partido del campeonato. Así no hay cuore que aguante. La espina por la mencionada derrota influyó para bien y para mal, partiendo al juego -y al ánimo de la selección- en dos.
Para bien, en la primera mitad: insuflándole al equipo una real furia (no, la española no, sino una "de" en serio), una furia llena de venganza, la de un equipo con ansias de revancha y huevos de campeón.
Para mal, en la segunda mitad: a partir del tercer cuarto a todo el equipo -excepción hecha del candidato a heroe darkie, Carlos Delfino, una especie de Ginobili bizarro-, se lo notaba muy tenso y susceptible ante los fallos arbitrales y ante las patológicas suciedades de la ex-Yugoslavia. Pero hay que ser justos, los arbitros no le dieron la "ayudita" que le dan siempre y las trampillas de los Serbios si bien existieron, no fueron del calibre ya conocido (en esto tiene mucho que ver la ausencia del jugador más talentosamente sucio que vi en mi vida, Vlade Divac). Así que habrá que repasar esa segunda mitad para corregir errores en defensa (el base cruzaba la primera linea de defensores y nadie le salía al paso), y evitar en ataque, una sequía semejante a la del tercer cuarto.
Ah, me olvidaba: Magnano, ¡¡¡Herman tiene que jugar!!!. Pero bueno, por lo demás todo bien. Ya habrá otra oportunidad para verlo en acción. El camino es largo y los rivales son todos complicados (menos China). Ahora viene España con el amargo de Gasol y su troupe de fracasados.
Listo Bodiroga, "cagonazo" (como le dijo Scola cuando se fue por 5 faltas), nos vemos en otra oportunidad.

¡¡¡¡Que linda forma de empezar un Domingo!!!!