CANCIONES TEN POINTS:

El mejor tema que escuché en mi vida es, hoy por hoy, “your gold dress” de los Dukes of Stratosphear. Para los que no lo saben los Dukes... son los XTC en plan psicódelico, y, como todo lo que ellos hacen, exuda talento y creatividad. La canción que hoy nos ocupa es una joyita insuperable, un contraste inspiradísimo entre luz y oscuridad.
A ver, empecemos... unos segundos después de los primeros golpes de bombo el ambiente se espesa y una guitarra apagada -como un T-Rex bajo los efectos de algún sedante- nos mete de prepo en una caverna inmunda y sucia, de la que apenas conocemos su oscuridad. La ayuda de la voz, tenue y grave, no es suficiente para guiarnos en ese clima enrarecido. Nos preparamos para lo peor. A tientas, con el culo en la pared, esperamos que nuestra vista se acostumbre a ese espacio lúgubre... OK... y ahora ¿qué?. Cuando creemos que todo está perdido los Dukes nos tienen una sorpresita ya preparada. Un piano lleno de barroquismo empieza a sonar, glorioso, y surge, de entre las sombras, límpido y victorioso. Sus notas lo iluminan todo, su escalada armónica nos levanta en el aire y nos mete la claridad hasta por el orto (estoy muy monotemático ¿no?). En este punto el clasicismo se pelea a muerte con el rock sucio e informal. Es “el” contrapunto, es “el” momento de la canción que, a pesar de su alternancia casi mecánica, nunca pierde la coherencia interna y nos deja pensando que bueno sería el mundo si la música que escuchan todos fuera esta (¿cuál? Eeeessstaa...). Que nabo.