EL IDIOTA

Blog por popa.

miércoles, junio 23, 2004

A LA DERIVA:

En oportunidad del estreno de la ¿película? argentina "¿Sabés nadar?" leí varias reseñas que hablaban de la supuesta influencia que ejerce la obra maestra de Salinger, "El guardián entre el centeno", en este, el debut de Ezequiel Acuña. Al ver ese bodrio sin pies ni cabeza, sin diálogos, sin guión, sin argumento, sin imágenes de interés, uno no podía dejar de preguntarse que psicotrópico repartieron entre los críticos para animarse a decir y escribir semejante exabrupto (y quien le dio la plata para filmar esa porquería con serios visos de retardo mental). Para quienes, como yo, luego de leer esa grandiosa novela, añoran ver en celuloide una obra de similar sensibilidad, lo único que deben hacer es conseguir (y ver, obvio) "Igby goes down". Eso si, hay que decirlo, corro con el riesgo de que la confundan con una parábola del niño-rico-con-tristeza o de que me caguen a trompadas por recomendarles una peli actuada por Susan Sarandon (che loco, no sean ortivas que su papel no está nada mal y se soporta). Así y todo, lo que la psicología de este chico problemático, Igby, deja entrever va más alla de una insatisfacción por la absoluta satisfacción de sus caprichos, metiéndose, en cambio, con la presión social y el "deber-ser" que se inculca desde chico y hasta la muerte. La huida de Igby, escapándose (a medias) de la familia luego de ser echado de una escuela, tiene mucho de ese recorrido sin destino, utópico del Holden de Salinger. En cada escena escuchamos los ecos de sus lúcidas reflexiones y, a pesar de que "Igby goes down" está muy bien, no se aguantan las ganas de que termine la película para agarrar y leer y disfrutar por vez quichicienta esa obligación con forma de libro que es "El guardián entre el centeno".

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