LA PELICULA DEL 2004 (ES DEL 2003 PERO NO ME IMPORTA):

“Perdidos en Tokio” con Bill Murray y Scarlett Johansson - una rubita que está para chuparse los dedos, un poco gordita, eso si, pero es taaaan linda - es la película del año y no se discute carajo. Murray compone a un actor venido a menos en plena crisis (personal y familiar) que viaja a Tokio para filmar una publicidad de whisky (las escenas en las que filma la publicidad y lo fotografian son imperdibles), por su parte Johansson es una veinteañera recién casada que acaba de recibirse y recala en Tokio con su marido fotógrafo debido a compromisos laborales de este. Al igual que el personaje de Bill, ella está inmersa en una crisis – distinta pero parecida - y encuentra en aquel un alma gemela para paliar tanta soledad (el flamante esposo está siempre trabajando), tanto desconcierto (las edades no importan cuando se conoce el real significado del sentimiento trágico de la vida) y tanta alineación (todo en Tokio les es extraño y ajeno). La cámara de Sofia Coppola capta y transmite exactamente todo lo que desea captar y transmitir y uno no puede mas que identificarse con este par de hermosos, elegantes y graciosos perdedores en su periplo por las calles y la noche de Tokio.
Momento antológico: Bill Murray cantando una versión karaoke de “More than this”.